Kant y la tercera Crítica: cinco cosas que debes saber antes (o en lugar) de leerla
En esta introducción vamos a ver cinco conceptos que pueden facilitarte la lectura de la Crítica del Juicio de Kant —o, si no la lees (nadie la “lee de corrido”), al menos podrán ayudarte a comprender lo esencial de su teoría estética.
Este texto toma como base —aunque a veces se da la libertad de interpretar y exagerar un poco— el brillante análisis de Hannah Ginsborg, “Kant’s Aesthetics and Teleology”.
1.¿Qué es la Crítica del Juicio?
La Crítica del Juicio (Kritik der Urteilskraft, 1790) es la tercera gran obra de Kant y, para muchos, la más misteriosa. Divide su investigación en dos grandes territorios:
-
La estética, donde analiza lo bello, lo sublime y la creación artística.
-
La teleología, donde explora cómo los fines y propósitos nos ayudan a entender la naturaleza.
Durante mucho tiempo, los filósofos la trataron como la hermana rara de las tres Críticas. Pero, desde los años ochenta, autores como Ginsborg o Zuckert, ha recobrado protagonismo. Hoy sabemos que en ella Kant, además de hablar, de arte y biología: traza el puente entre conocimiento, moral y naturaleza.
2. La facultad de juzgar
Kant tenía una obsesión por clasificar nuestras facultades mentales:
-
El entendimiento, que conoce.
-
La razón, que actúa moralmente.
-
Y ahora, la facultad de juzgar (Urteilskraft), que... hace algo entre ambas.
Juicio determinante: ya tengo la ley, busco el caso.Juicio reflexionante: tengo el caso, busco la ley.
Es la facultad que permite que el mundo no sea más que una colección de cosas, sino un conjunto con estructura, ritmo y coherencia. Es, en pocas palabras, la que le da forma a la experiencia.
3. El juicio reflexionante
El entendimiento es quien aplica las leyes, y la imaginación quien las evade, y el juicio reflexionante es que los hace trabajar juntos de manera armónica.
-
Clasificar especies y géneros (la mente como botánico universal).
-
Construir teorías científicas (la mente como ingeniero de conceptos).
-
Ver la naturaleza como ordenada y legal (la mente como arquitecto del cosmos).
Sin ella, la experiencia sería como un scroll infinito de videos: datos sin conexión, estímulos sin trama.
4. Dos formas del juicio reflexionante: el arte y la vida
Aquí está el golpe maestro de Kant: el juicio reflexionante organiza conceptos científicos y se expresa en dos formas de experiencia aparentemente dispares pero profundamente afines:
-
El juicio estético, cuando percibimos algo como bello o sublime.
-
El juicio teleológico, cuando interpretamos la naturaleza como si tuviera un propósito (el ojo “para ver”, la hoja “para captar luz”).
Así, tanto en una pintura de Rothko como en una célula viva, lo que reconocemos es orden emergente: una coherencia que sentimos, aunque no podamos conceptualizarla del todo.
5. El secreto de lo bello, una armonía sin concepto
La imaginación organiza lo que percibes.El entendimiento busca dar sentido, pero sin aplicar un concepto fijo.
Ejemplo 1: la flor silvestre
Ejemplo 2: el amanecer
Arte, ciencia y libertad
Con esta tercera Crítica, Kant cierra el círculo:
-
La razón pura explica cómo conocemos.
-
La razón práctica explica cómo debemos actuar.
-
La razón del juicio explica nuestros juicios estéticos
Referencia:
Este texto se inspira y toma como base el análisis de Hannah Ginsborg, “Kant’s Aesthetics and Teleology”, en The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2022 Edition), eds. Edward N. Zalta & Uri Nodelman.https://plato.stanford.edu/archives/fall2022/entries/kant-aesthetics/
Comentarios
Publicar un comentario