Platón y las imágenes
¿Por qué dos personas pueden interpretar de la misma manera una imagen o, por el contrario, hacerlo de manera diferente? ¿Y qué es lo que se representa en la imagen que puede interpretarse de modo semejante o diferente?
La pregunta surge en contextos cotidianos, como cuando el protagonista de Platero y yo le pregunta a su mascota si puede reconocer lo que hay en las fotografías (o cuando dice que una fotografía es más Platero que Platero), o como cuando vemos una escena de una película y nos preguntamos por qué encontramos diferentes significados cada vez que la vemos. Sin embargo, esta pregunta también es el núcleo de la reflexión teórica sobre la interpretación de imágenes. Responderla puede proporcionarnos una base para abordar cuestiones más amplias relacionadas a la interpretación pictórica (IP) y con cómo comprendemos y representamos el mundo a través de símbolos.
Aquí algunos temas relacionados con el estudio de las imágenes:
a) interpretación pictórica humana vs otras especies
b) qué significa que una interpretación pictórica sea incorrecta
c) cuándo es incorrecta una interpretación pictórica
d) cómo se interpretan las imágenes mentales
e) ¿qué significa que una imagen sea realista?
f) por qué usamos las imágenes como argumentos
g) ¿debemos utilizar el uso de imágenes en la argumentación?
h) cómo representan nuestros símbolos (pictóricos, matemáticos)
Desde Platón se ha cuestionado cómo representan las imágenes. Su teoría es tradicional en el sentido de explicar cómo representan las imágenes, pero no si es valorada como una propuesta de cómo debemos utilizar las imágenes para representar el mundo.
A mediados del siglo pasado, hubo una reacción en la filosofía a la tesis tradicional sobre cómo representan las imágenes, aunque tal vez el espíritu de su perspectiva de cómo deben usarse las imágenes para representar el mundo siga vigente.
Teoría mimética de la representación
En El Cratilo (434b-d), Platón plantea la cuestión de cómo las imágenes
logran transmitir el conocimiento de aquello que representan,
y sugiere que lo que se copia son la forma y los colores. (Caldarola, 2011; P. 18)
Estatus ontológico y epistémico
En La República (Libro III y X), donde sugiere que las imágenes son, en sí mismas, una imitación de la imitación. En la propuesta de Platón puede apreciarse la importancia que le da a las imágenes no sólo por preguntarse por su naturaleza metafísica, sino por explicar cuál es su papel en la argumentación o transmisión de conocimiento.
Según la perspectiva de Platón, los objetos del mundo son imitaciones de las Ideas,
y dado que las imágenes representan a estos objetos del mundo,
concluye que el estatus epistémico y ontológico de las imágenes es diferente al de los objetos del mundo.
La propuesta de Platón es conocida como la “teoría mimética”, porque propone que la representación pictórica es imitación de la realidad, que desde su perspectiva son las Ideas (Caldarola, 2011; p. 21).
Por ejemplo, propone que la imagen de una cama se asemeja en ciertos aspectos a la cama que representa.
Y la cama representada en la imagen se asemeja a la Idea de la cama, incluso más que a la imagen de la cama.
En otras palabras, la imagen de la cama comparte menos similitudes con la Idea de la cama que el objeto real de una cama,
y en ese sentido también es inferior epistémica y ontológicamente (Caldarola, 2011; 19).
Otra comparación que hace Platón es la de las imágenes con los espejos.
De acuerdo con él, son semejantes porque ambos replican algunas propiedades de los objetos,
sin abarcar todas. Tanto los espejos como las imágenes, omiten la tridimensionalidad
(Caldarola, 2011; p. 21).
Dos tipos de argumentos: Eikones y Phantasmata
Platón (Sofista) distingue entre diferentes tipos de imágenes.
Eikoná (imágenes):
Imitan los colores y formas de los objetos sin pretender engañar al espectador haciéndole creer que se trata de la realidad.
Phantasmata (imágenes):
En el "Teeteto", explica que las phantasmata utilizan técnicas como sombras y perspectiva. Dado que los phantasmata buscan engañar al observador acerca de la realidad, alejándolo de la Idea, estas poseen un estatus epistémico y ontológico inferior al de los eikones.
Para Platón, los phantasmata son como sofismas en forma de imágenes. Los eikones, en contraste, acercan al observador a las Ideas, ya que simplemente replican la forma y los colores de los objetos sin pretender engañarlo acerca de su estatus ontológico.
Nótese que esta afirmación sobre este tipo de imágenes es similar a la diferencia entre argumentos inválidos, y argumentos que parecen válidos pero son inválidos (falacias, sofismas). Si esta analogía es correcta, desde Platón podemos apreciar vestigios de cómo se empezaron a tratar a las imágenes como argumentos.
Por ejemplo, una imagen podría sugerir el siguiente argumento.
1. Dado que todas las imágenes representan por semejanza.
2. Y puesto que X es una imagen.
3. Si X muestra a Platón con barba,
4. Platón tiene barba.
1. Dado que X las imágenes representan por semejanza
2. Y puesto que X es una imagen
3. Si X muestra a Platón con una barba grisacea, una piel brillante y surcos nasogenianos pronunciados
4. Entonces, Platón es blanco y tiene una barba grisacea, una piel brillante y surcos nasogenianos pronunciados.
1. Dado que X tiene las mismas propiedades que Y
2. Y puesto que si dos objetos comparten todas sus propiedades, entonces son el mismo objeto.
3. Entonces x y y son el mismo objeto.
Si las imágenes son argumentos, entonces son susceptibles a abordarse filosóficamente como tales. Por ejemplo, podrían ser susceptibles de presentar premisas que subdeterminen la conclusión.
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