Credulismo (Credulism)
El credulismo sostiene que no necesitamos evidencia independiente para justificar creencias basadas en testimonio. Al contrario, propone algo así como una regla por defecto:
Creemos justificadamente lo que otros afirman, a menos que tengamos razones especiales para dudar.
Es decir, el testimonio es inocente hasta que se demuestre culpable.
Esto convierte al credulismo en la postura exactamente contraria al reduccionismo:
-
El reduccionismo exige verificación previa.
-
El credulismo dice que la justificación está ahí mientras no haya problemas.
Históricamente, esta postura está asociada a Thomas Reid, contemporáneo de David Hume.
Problemas del credulismo
Pritchard reconoce que esta postura coincide mucho con nuestro sentido común:
-
Confiamos en lo que otros dicen.
-
No podemos verificarlo todo por nosotros mismos.
Parece que el credulismo simplemente convierte nuestra tendencia natural a confiar… en una virtud epistemológica.
Además, el credulismo puede sonar demasiado permisivo: permite justificar casi cualquier testimonio mientras no haya evidencia contraria.
Una versión más sofisticada: Credulismo + Externalismo
Una creencia puede estar justificada incluso si el agente no tiene razones internas para defenderla, siempre y cuando el proceso que la generó sea fiable.
Aplicado al testimonio:
-
No necesitamos tener razones internas para confiar en alguien.
-
Lo que importa es si de hecho el testimonio es un proceso fiable.
Así se obtiene un credulismo más robusto:
-
El agente está justificado porque confiar en el testimonio suele ser, en general, un mecanismo fiable.
-
Aunque el agente no pueda ofrecer evidencia independiente, la justificación viene de afuera (de la confiabilidad real del proceso).
Comentarios
Publicar un comentario